2/13/2012

SEIS AÑOS EN PROCELOSOS MARES. La versión del loro



No debí haber salido nunca de la vieja pajarería del puerto. Ahora lo sé. Pero aquel anuncio me llenó la cabeza con visiones de aventuras y cofres repletos de monedas de oro “ Se precisa loro para barco con patente de corso, oportunidad de ver mundo, y de alcanzar fama y gloria en el Nombre de Su Muy Católica Majestad... patatín patatán”. Para un joven Anodorhynchus Hyacinthinus como yo, es decir un Guacamayo Jacinto de toda la vida, parecía la realización del destino manifiesto para el que había nacido.

No, si es que ya me lo decía mi primo: “¿ A donde vas tarao ?¡Que esto no es una peli de Errol Flynn! ¡Que lo que se lleva ahora son los cruceros por el Mediterráneo!”. No le hice ni caso y aquí me veo yo ahora, perdido en alta mar, oteando el horizonte cubierto de bruma, y lo peor de todo... atrapado en una cáscara de nuez con una tripulación de chalados que no sé si es que el sol en cubierta les ha reblandecido el cerebro o es que sus sus madres ya los parieron así.

Porque no se creerían , amigos míos, los personajes que conforman el rol de tripulación.Cada uno más terrible que el anterior. Al principio de la travesía el cocinero era un francés llamado Jean-Luc pero se lo comió un pulpo gigantesco cuando recogía agua para limpiarme la jaula. Ahora , en su lugar, tenemos a un exquisito cheff de Cabana de Bergantiños, un individuo simiesco que lleva dos años a bordo y al cual no le he visto lavarse nunca . Siempre lleva una barba sucia de cinco días y luce una oscura dentadura podrida por el escorbuto , además se rasca el sóbaco encima de la olla del rancho, en la cual ya le he visto escupir un par de veces. El otro día se me puso delante balanceando las caderas como un sarasa y me dice - “Loriño, loriño, ¿Quien tiene las plumas más bonitas del barco?. - Tu padre – exclamé yo. Les juró que me faltó el canto de un doblón para acabar en la cazuela con guarnición de guisantes ,que si no es por el Capitán ,que le llamó al orden, me despluma ese día.

El capitán es otro personaje ,menudo lumbreras, todo el camarote lleno de libros de viajes y mapas , brújulas, compases y astrolabios... pues nada que no tiene ni p...ta idea de por donde nos lleva. “Mare ignotum” dice él, pero yo creo que le dieron el título de Capitán en una tómbola, que es que sino no se explica, hombre, que cuando no estamos en un banco de niebla, nos metemos a saco en una batalla con un barco tripulado por marinos ahogados o nos topamos de bruces con una isla misteriosa o un puerto pirata.

Porque que quede entre ustedes y yo... pero es que el tío éste es raro, raro, raro. Se trata de un fulano de carácter taciturno, que tanto pasa sumido durante largos períodos de tiempo en un estado de melancolía ,( en los cuales ni siquiera se acuerda de escribir las entradas de la bitácora), como tiene repentinos ataques de ira que dejan el navío temblando. Pero sin duda los peores días son aquellos cuando después de pasar toda la noche paseando por la cubierta, (porque es que además duerme poco este hombre), reúne a la tripulación a la mañana siguiente y nos dice:”¡¡He tenido una idea fenomenal!!”, esto suele traducirse como “ Me ha venido a la cabeza una idea de bombero, nos vamos a meter en un lío de dos pares de c..jones y además va a morir media docena de miembros de la tripulación”.De los nervios nos tiene a todos porque un día va a pasar algo gordo y la vamos a liar parda, como les cuento ,oigan.

Así que vean ustedes y aprendan, lo que les sucede a los jóvenes díscolos que no hace caso de sus mayores. Que si yo hubiera atendido a los sabios consejos de mi primo no me vería en tan triste situación y estaríamos ahora embarcados ahora los dos en en aquel crucero tan moderno y tan pijo ¿ como me dijo que se llamaba ? ¡Ah ,sí! Costa Concordia, ¡Si hasta tiene nombre bonito! Me imagino a mi primo ahora, navegando por la costa de Creta, en una tumbona al lado de la piscina mientras comparte un Daikiri con alguna rubia (o morena que para el caso a mi me vale igual) y su apuesto capitán, un elegante oficial de impoluto traje blanco y seguramente, también marino intrépido a la par que excelente profesional.

Y mientras aquí llevo yo seis años ya, en un barco perdido, surcando travesía hacía un banco de niebla impenetrable y dejando a nuestro paso una estela de sangre y pólvora, mientras esperamos todas todas las noches a ver que sustos nos traerá la jornada siguiente....
…......¿Saben qué les digo? ¡Pues que realmente me estoy divirtiendo de cojones! Así que... ¡ Qué le den a mi primo!