2/10/2009

TRES AÑOS DE TRAVESÍA



Tercer año de Navegación sin rumbo, hace tiempo que ya no divisamos sirenas . Y no quedan ánimos, ni tinta, para descripciones líricas de nuestra travesía.


20º y 35º Latitud Norte. Tras los últimos avatares, la prioridad principal de la tripulación consiste en reparar las frecuentes vías de agua del maltrecho casco de la nave y calafatear constantemente las maderas de la cubierta. El contramaestre cree que es un milagro que sigamos a flote, le prohíbo tajantemente realizar tal aseveración en público.


21º y 35º Latitud Norte. Provisiones y agua escasas, llevamos semanas disminuyendo las raciones de comida. Han desaparecido las ratas del barco ,creemos que el cocinero las añade como como complemento vitamínico en el rancho. El médico informa de constantes dolencias entre la marinería, principalmente escorbuto y anemias, su opinión profesional es que los hombres no aguantarán de pie una semana más en estas condiciones. Le he advertido que tal afirmación es derrotista y minará la moral de la tripulación, probará el látigo del contramaestre de repetirse.


22º y 35º Latitud Norte.He sorprendido al Segundo Oficial con su pistola apuntando a la sien. Le reprendo severamente, el deber de un oficial es ser un ejemplo para los hombres a su cargo y para el mundo entero que le está observando. Rendirse no es una opción, pues no cabe honra alguna en ello además de ser poco elegante y antideportivo. Alega frecuentes ataques de melancolía,motivo por el cual, le relevo del cargo y me dispongo a enviarlo al médico para que le suministre un enema. En ese momento escucho el griterío jubiloso de la tripulación en la cubierta.

Un puerto... Lo que en principio semejaba otra amenazadora isla en la linea de horizonte se ha revelado como un inesperado refugio,o al menos eso esperamos porque en esta ocasión no tenemos más opción que desembarcar.

Escudriño con detenimiento por mi catalejo. No hay fortificaciones portuarias ni defensa alguna a la vista. El pueblo es un conjunto desordenado de edificios de aspecto desigual, muchos de ellos construidos con restos de barcos , todos parecen habitados por el humo de sus chimeneas, sus calles pobladas de gente que se han percatado de nuestra presencia son un ir y venir constante. Por último dirijo mi lente hacia los barcos anclados cerca de la playa . Esto es lo más desconcertante de todo. No sólo no reconozco sus nombres ,sino que sus diseños y la disposición de sus velas tampoco me resultan familiares, una de las naves es un gigantesco leviathan construido de metal que carece completamente de palos y velamen alguno.

Nos aproximamos , en un pequeño arrecife a la entrada del puerto alguien escribió con irregulares trazos “SPERANZA”. Los gritos en cubierta cesan, tanto marineros como oficiales guardan silencio y tan solo se oye el viento en la única vela que hemos conseguido reparar. Nuestra pequeña embarcación navega ya entre los barcos amarrados en aquel puerto extraño mientras la tripulación musita los nombres que pueden leer en sus cascos “Rosalie”...”Marie Celeste”..”Freya”.. “Cyclops...”

Al fin arribamos al muelle. Una comitiva bastante dispar se acerca a recibirnos, me ajusto la guerrera e intento mantener la cabeza erguida y la espalda firme, pese a lo demacrado de mi rostro y lo lamentable de mi aspecto procuro mantener la compostura. Reuniendo toda la dignidad que me queda desembarco por la pasarela, para encontrarme con el comité de bienvenida.

Un hombrecillo oriental de cuidado bigote y gruesos anteojos se adelanta al resto me dirige un reverencial saludo con la cabeza diciéndome seguidamente: “Mi nombre es Hikota Izeki, soy el
capitán del carguero “Raifuku Maru”, enviamos señal de socorro el 21 de abril de 1925 . ¿Son ustedes el equipo de rescate?”.

20 comentarios:

Carlos dijo...

¿Pensaban que no escribiría mas eh ?. Pues ha sido el tercer aniversario del blog lo que me ha decidido en esta ocasión.Prometo en la medida de mis posibilidades actualizar más a menudo. Como siempre todo dependerá de "Boreas".

Anónimo dijo...

Felicidades por estos tres añitos, pero eso de darle latigazos a tu contramaestre porque esta derrotista no es aconsejable, mejor dale Prozac a mansalva, y al segundo no le mandes enemas que la poca fuerza que tenga las perderá, por las calicatas...para bajones de moral, lo mejor es una buena cogorza y las mejores son las de vino peleon con gaseosa.

Anónimo dijo...

Esperemos que no tengamos que volver a esperar tanto para saber a donde nos dirigimos y en que cirscuntancias llegamos a nuevos puertos,

Feliz tercer aniversario, y adelante mis valientes.

Anónimo dijo...

Viento en popa a toda vela...

Un abrazo y muchos ánimos

bruxa dijo...

Felicidades por llegar a puerto a pesar de las inclemencias, de las melancolias y de los avatares....manterer la compostura hasta el final es una gran azaña y con toda la tripulación unida, enhorabuena capitan... a seguir el rumbo...

Anónimo dijo...

parece que no se llega a buen puerto.quizas habria que cambiar el rumbo en vez de norte habria que tirar en otra direccion contraria.
tres largos años sin naufragar,si al final se consigue llegar a puerto seguro,la tripulacion se convertira en la armada invencible.
suerte para todos.

Gata Vagabunda dijo...

Lindo el relato y la ilustración. Ilustración que, por cierto, sin que tenga nada que ver, me ha recordado a los paisajes que imaginé leyendo "La dama del sudario", de Bram Stoker.

Felicidades y que sean muchos más

:*

Anónimo dijo...

Enhorabuena por los tres años y en especial por el relato,plagado de pistas de lo que sucede(¿historia ficitia o biografía del autor? aún no lo tengo muy claro). He aquí las que he descubierto.

20º-35º Latitud Norte es la situación del famoso Triángulo de las Bermudas. Los nombres de los barcos varados , son buques reales desaparecidos en sus aguas , partícularmente famoso es el caso del "Mary Celeste ".Como la lectura del post me ha llevado a una investigación concienzuda , les recomiendo a los lectores que busquen imagenes de los barcos citados, no les será díficil comprobar que lo que cuenta el S.A es rigurosamente cierto.¡Hasta el nombre del capitán del Raifuku Maru es correcto!

Reitero mis felicitaciones, pero ruego no nos haga esperar tanto a sus lectores en la publicación de nuevos artículos.Buen Trabajo.

Anónimo dijo...

Así que había sorpresitas por parte del S.A. claro que si nos quitan el google apañados ibamos, eh, pero que fácil es descubrir las pistas escondidas cuando se trata del notario del barco.

Pero a ver a donde nos lleva tanto misterio y tantas pistas, esperemos no tener que esperar 4 meses para volver a surcar los mares es que sino al capitán habrá que relegarle el cargo por VAGO.
;)

Anónimo dijo...

Creo que va siendo hora de comprar un barco nuevo, Carliños, éste ya no hay por donde cogerlo. Los de la tripulación estamos hartos de intentar reparar los desperfectos(los del barco y los del capitán, jajaja). Invoca a Boreas o a quien sea pero sal pronto del pozo ese del Triángulo de las Bermudas y pon rumbo a un puerto seguro, sin mirar atrás, así evitarás los suicidios y las deserciones.
Ya está bien de tormentas, estancamientos eternos y navegaciones sin rumbo. ¡Espabila!

Anónimo dijo...

¿alguien sabe si queda algo de ron en algún sitio?

Anónimo dijo...

El sonoro chirrido al levantar la tapa del baúl, rompía la ominosa quietud de la estancia. Después de quitar el aterciopelado lazo, extendiendo el ya algo vetusto mapa. Su superficie surcada por finas líneas entretejidas, formaban extrañas figuras geométricas.
Los recuerdos empezaban a fluir y de fondo se escuchaba la voz del académico: Para referenciar una ubicación, se necesitan un par de coordenadas (X,Y),todo grumete mínimamente experimentado lo sabe. Longitud y latitud, la cuadratura del círculo. Cada grado, 60 millas náuticas. Mientras, un dedo recorría suavemente la superficie del mapa, que, alguna fuerza oculta, dirigía a una determinada latitud, a esa latitud maldita, marcada a fuego en cada avezado navegante que ha entrado y logrado salir.
Poco a poco, la fina silueta de los recuerdos se perfilaban y adquirían mayor intensidad.
La tormenta había destrozado la mayor y la contramesana, además de quebrar la ya débil moral de la tripulación. Todo ello se sumaba a la penosa situación física y la casi total carencia de víveres, haciendo imposible evitar un motín si en un par de días no ocurría un milagro.
Plic, plic,ploc...parecía que el delirio también me había alcanzado: ahora llovían perlas blancas...y negras. Un momento, esto no eran perlas, son, son...dientes, o lo queda de ellos. Levanto la vista y observo al grumete mudo en la cofa de mesana dejando caer molares, aflojados por el escorbuto, con el fin de llamar mi atención. Levanto la vista al horizonte, apresuradamente tomo mi catalejo y escrudiño en la dirección señalada.
Tierra! Un islote o isla, con suerte, pero, con un puerto! Cuando la distancia es la
adecuada se ve ¡un pueblo! El pueblo es un conjunto desordenado de edificios de aspecto
desigual, todos parecen habitados por el humo de sus chimeneas, sus calles pobladas de gente que se han percatado de nuestra presencia son un ir y venir constante.
Casas, calles, ¡el puerto!...la gente no parecía aquejarse de ninguna dolencia. Gracias a Dios eso significa: comida, bebida, alojamiento y atención médica básica para la tripulación, ¡estamos salvados! Supongo que la tripulación gritaría de júbilo, si le quedasen fuerzas y lloraría si le quedasen lágrimas.
Ponemos rumbo a la bocana del puerto. Todos esos barcos en apariencia tan distintos (el Marie Celeste?, que nombre tan poético, quizá M. pudiera...), significa que al menos tienen forma de mantener los navíos, probablemente podamos reparar nuestro maltrecho bajel. Desde luego habrá que desprenderse de algo de nuestro botín por los servicios prestados, pero nada de lo que no se pueda prescindir. Lo que se puede llegar a conseguir, es mucho más de lo que hubiera parecido razonable, dadas las circunstancias.
Al fin atracamos, ponen la pasarela y embarca una comitiva. Un hombrecillo perteneciente a longitudes más orientales a la nuestra, de cuidado bigote y gruesos anteojos se adelanta al resto me dirige un reverencial saludo con la cabeza diciéndome seguidamente: “Mi nombre es Hikota Izeki, soy el capitán del carguero “Raifuku Maru”, enviamos señal de socorro el 21 de abril de 1925 . ¿Son ustedes el equipo de rescate? (Pero, pero...¡vaya marinero de agua dulce que confunde el futuro con el pasado!) No era el momento de responder a aquella pregunta, máxime cuando la tripulación estaba al límite de sus fuerzas y hasta el loro empezaba a dudar de lo que estaba pasando. Por favor, necesitamos comida, bebida y atención médica, logró salir de mis agrietados labios.
¿Qué más hubiese podido desear? Tendré lo necesario para emprender una nueva singladura. Agua y víveres, equipo médico y de mantenimiento. Quizá algún grumete de agua dulce tenga melancolía (nada que no se pase con un enema del 8), desesperanzado por lo que supone volver al tan temido mar, pero la alternativa es clara: quedarse en tierra.
Una vez más, doy gracias por proporcionárseme más de lo que hubiera esperado en estas latitudes. Durante el período de forzoso varado, se podrá estudiar las mareas, los vientos, las lluvias; el rumbo que siguen las aves (si no paran en una isla con agua dulce en medio del piélago, ergo...). Podré deducir cual será el rumbo en mi próxima singladura.

Mientras tanto, me conformaré con disfrutar, en compañía de mi tripulación y del curioso hombrecillo, de otro cuenco de sopa de pescado con algo que llaman "licor de Funchal".

Anónimo dijo...

Hola Carlos:
Enhorabuena por estos tres años de travesía,yo como ya sabes soy de los que prefieren los cruceros a Puerto Vallarta en el love boat, comiendo en la mesa del capitán Stubbing rodeado de bellas starlettes mientras Isaac hacía combinados de piña colada.

Ya te lo dije yo que tenías que haber cogido la vacante de Stubbing cuando te la ofrecieron, pero no, el señorito quería ser un héroe, que si la aventura, que si la exploración, vamos que los cruceros no son suficiente para el caballero...

No me hiciste caso y así nos va perdidos vete tu a saber donde comiendo ratas en un cascarón y aún hay arrestos para decir que quejarse mina la moral del barco, vamos que encima habrá que cantar congas...

De todas maneras yo no me apearé de este viaje, para eso están los amigos y siempre merecen la pena las penurias si la compañía es buena, por lo pronto llevamos tres años y ahí queda eso.

Un abrazo y que no decaiga.

Por muchos aniversarios más

Anónimo dijo...

Tres años que me han parecido tres siglos! leyendo a ver quien dice mayores sandeces si el S.A o sus correligionarios.Y aún se permite la comandanta (me imagino que a gritos, como siempre ) animar al capitán a continuar. Pues si tanto se queja,mon capitaine , una pistola en la sien me parece una salida más que honorable para usted y ponga así fin, de esta manera a tanto sufrimiento propio y ajeno ( de quienes nos torturamos leyendo su blog).

¡Hala, Feliz cumpleaños para todos.!

Como siempre nada personal

Atentamente Suyo
M.

Anónimo dijo...

Estaba intrigada, contemplando este fantástico puerto y reflexionando cuanto hemos cambiado en esta larga travesía, cuando hace un momento me ha sobresaltado una rata sucia y malencarada que ha salido desde la bodega.

Espera que me ajusto las gafas. ¡Ah no, es el Moriarty!.

Bueno bien pensado, sí, se trata de una rata.

Alnitak dijo...

Bueno, si como sugerís, un enema es un buen remedio contra la melancolía...
Conozco por estas tierras a más de un grumete de agua dulce al que no le vendria mal vuestra medicina...

;-)

Anónimo dijo...

Os he encontrrrrado! Os he encontrrado! Cojooones!

Anónima dijo...

Si puedes mantener la cabeza sobre los hombros,cuando otros la pierden y te cargan su culpa.
Si confías en ti mismo aún cuando todos de ti dudan,
pero aún así tomas en cuenta sus dudas.

Si puedes soñar y no hacer de tus sueños tu guía.
Si puedes pensar sin hacer de tus pensamientos tu meta.
Si Triunfo y Derrota se cruzan en tu camino y tratas de igual manera a ambos impostores.

Si puedes hacer un montón con todas tus victorias.
Si puedes arrojarlas al capricho del azar y perder, y remontarte de nuevo a tus comienzos
Sin que salga de tus labios una queja.

Si logras que tus nervios y el corazón sean tu fiel compañero
Y resistir aunque tus fuerzas se vean menguadas con la única ayuda de la voluntad que dice: “¡Adelante!”

Si ante la multitud das a la virtud abrigo.
Si aún marchando con reyes guardas tu sencillez.
Si no pueden herirte ni amigos ni enemigos.

Si todos te reclaman y ninguno te precisa.
Si puedes rellenar un implacable minuto con sesenta segundos de combate bravío...
Tuya es la Tierra y sus codiciados frutos...
Y, lo que es más, serás un Hombre.


"If" ( Rudyard Kipling )

Aletelri dijo...

Adonde arribó el barco? Parece perdido en medio del Atlántico. El Capitán deberia de concretar más su posición, los datos son confuos.

Anónimo dijo...

Buenas tardes soy la señora Briggs,.. no hábrá visto usted a mi hijita?... no la encuentro....

FELICIDADES POR LOS 3 AÑOS
primoloco